Comer sano siguiendo la dieta mediterránea
Pescado fresco, verduras a la plancha, aceite de oliva, un poco de carne y un vaso de vino tinto: estos son los principales ingredientes de la dieta mediterránea. Pero, ¿realmente se puede perder peso con estos ingredientes? Hoy le explicamos qué hay realmente detrás de la moda de la dieta mediterránea y qué ventajas e inconvenientes conlleva esta dieta.
¿Por qué la dieta mediterránea?
Estudios internacionales han demostrado que los habitantes del Mediterráneo, especialmente los de la isla de Creta, tienen una mayor esperanza de vida y rara vez sufren enfermedades cardiovasculares. De ello se desprende que la alimentación en el Mediterráneo debe ser especialmente saludable. Esto ha sido demostrado por numerosos estudios.
¿Qué es la dieta mediterránea?
La dieta mediterránea se basa en los hábitos alimentarios de la región mediterránea. El menú incluye mucha verdura fresca, fruta, hierbas frescas, legumbres y pescado. Se utiliza aceite de oliva en la preparación y se permite un vaso de vino tinto al día. Las carnes rojas y los productos lácteos grasos prácticamente no se utilizan. Los científicos especializados en nutrición apuestan por la dieta mediterránea, por varias razones.
¿Cuáles son los beneficios de la dieta mediterránea?
Los beneficios de la dieta mediterránea son evidentes. Es una dieta sana y equilibrada que tiene mucho que ofrecer en términos de sabor. Quienes siguen esta dieta consumen muchos ácidos grasos monoinsaturados y poliinsaturados, así como vitaminas, carbohidratos y abundante fibra. En combinación con el ejercicio, la dieta mediterránea puede conducir a una pérdida de peso saludable a largo plazo sin un plan de dieta estricto.
En cuanto a la salud, varios estudios han demostrado en los últimos años que la comida mediterránea influye positivamente en el sistema cardiovascular y, por tanto, reduce significativamente el riesgo de infartos de miocardio y accidentes cerebrovasculares.
Desventajas de la dieta mediterránea
Quien quiere perder muchos kilos en poco tiempo, pronto se decepciona: la dieta mediterránea no tiene un plan de alimentación fijo. Por lo tanto, la pérdida de peso es muy lenta e individual. Si come demasiados alimentos grasos o incluso fritos, puede incluso ganar peso. Aquellos que quieran perder peso principalmente tienen que integrar el ejercicio de forma regular en su rutina diaria y vigilar su consumo diario de calorías.
¿Qué debo tener en cuenta a la hora de seguir esta dieta?
Es conveniente saber de antemano que la dieta mediterránea no consiste principalmente en perder peso. Más bien, la dieta se centra en el cambio a una forma de alimentación sana y equilibrada, que sobre todo protege el sistema cardiovascular. También es importante tomarse tiempo para preparar y elaborar platos al estilo mediterráneo.
¿Qué alimentos forman parte de la dieta mediterránea?
La fruta fresca y la fruta seca o cocida son muy comunes y constituyen unos 400 gramos diarios de los alimentos de la dieta mediterránea. También hay verduras, legumbres y ensaladas todos los días. A menudo se sirven unos trozos de pan integral como acompañamiento. Hay muchas hierbas y especias frescas, la sal es más bien escasa.
Las grasas como la mantequilla o la margarina se evitan en gran medida en la dieta, en su lugar se utilizan aceites de gran calidad. La carne roja rara vez está en la lista de la compra, pero las aves y el pescado están en el plato varias veces a la semana. El vino puede consumirse con moderación, ya que los antioxidantes favorecen al corazón y a la circulación.
Dieta mediterránea: menú
- Fruta de temporada
- Verduras frescas y ensaladas de hoja verde
- Aceite de oliva
- Pan y pasta integral, arroz y patatas
- Legumbres como garbanzos y lentejas
- Frutos secos y semillas
- Hierbas y ajos frescos o secos
- Pescado a la plancha y al vapor
- Aves de corral
Estos alimentos deben consumirse con poca frecuencia
- Carnes rojas como la de ternera, cerdo y cordero
- Embutidos
- Trigo
- Alimentos azucarados
Dieta mediterránea: conclusión
La dieta mediterránea es ideal para los sibaritas. Desde la ensalada griega y la olla de garbanzos hasta el pescado a la parrilla, puede elegir entre deliciosas recetas mediterráneas. Sin embargo, la dieta sólo tiene efecto sobre el peso corporal si hay un déficit calórico. La dieta mediterránea requiere más tiempo que muchas otras dietas, pero a los que les gusta cocinar se acostumbrarán rápidamente. Una gran ventaja de esta dieta es que la alimentación es variada, sana y equilibrada y, según los estudios, reduce el riesgo de infarto en un 30%.
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