Las climatoterapia utiliza específicamente el efecto curativo de los factores ambientales naturales para aliviar eficazmente las enfermedades crónicas. Estudios científicos confirman los numerosos beneficios de esta forma de terapia.
Por ejemplo, un estudio demuestra que la climatoterapia en regiones costeras pueden producir mejoras significativas del asma y de afecciones cutáneas como el síndrome del prurigo asmático. Los estudios también confirman la eficacia de la terapia climática en el Mar Muerto: los niños con neurodermatitis se benefician de una reducción significativa de la dermatitis atópica, mientras que los pacientes con psoriasis experimentan una mejora en el curso de la enfermedad y en su autocontrol como resultado del tratamiento.
En enfermedades reumáticas como la espondilitis anquilosante, la combinación de hidroterapia y climatoterapia también ha demostrado aliviar el dolor y aumentar la movilidad.
Estos resultados dejan claro que los tratamientos climáticos son una opción natural y eficaz para promover la salud y el bienestar.