El fango, un barro curativo natural, ha sido apreciado durante siglos por sus propiedades beneficiosas para la salud. Ya sea para aliviar el dolor, mejorar la circulación o favorecer la movilidad, los campos de aplicación de las compresas y baños de fango son múltiples y variados.
Con esta recopilación de estudios, queremos mostrarle qué efectos terapéuticos del barro han sido investigados y confirmados científicamente. Numerosos estudios han demostrado la eficacia de los tratamientos con barro para la artrosis de rodilla: además de un notable alivio del dolor, también se ha demostrado una reducción del consumo de medicamentos. Los resultados de las investigaciones también muestran que las compresas y los baños de barro pueden aportar mejoras significativas en la artritis reumatoide, la artrosis de manos y el dolor de espalda crónico.
Un estudio concreto investigó el fomento de la circulación sanguínea a través del barro y confirmó su efecto positivo en los vasos sanguíneos. Igualmente prometedor es su uso para los síntomas de las enfermedades aterotrombóticas, que dio como resultado un tratamiento seguro y eficaz.
La variedad de posibles aplicaciones para las que se ha demostrado científicamente el efecto del fango lo convierten en un método eficaz y suave para aliviar el dolor, promover la movilidad y aumentar el bienestar general.