Los tratamientos termales tienen una larga tradición de combinación de conocimientos tradicionales y métodos curativos naturales. Se realizan principalmente en lugares con remedios naturales. Entre ellos figuran, por ejemplo, los baños de barro, los baños de salmuera, los manantiales o el agua de mar, que pueden influir positivamente en la salud. Estudios científicos demuestran sus versátiles efectos tanto como medio de prevención como de tratamiento de enfermedades.
En esta recopilación de estudios, queremos ofrecerle una visión clara de los estudios más importantes sobre el tema de los tratamientos termales. Un estudio demuestra que estos tratamientos para la fibromialgia pueden reducir significativamente el dolor, la fatiga y la gravedad de los síntomas incluso seis meses después del tratamiento.
Los pacientes mayores con artrosis también se benefician de los tratamientos termales. Un estudio demuestra que este tipo de tratamientos no sólo alivian el dolor, sino que también favorecen la movilidad física y la funcionalidad a largo plazo.
Estos resultados ilustran lo eficaces que pueden ser los tratamientos termales como forma natural de terapia para aliviar los síntomas y favorecer la salud a largo plazo.